CÁDIZ 4 DE DICIEMBRE DE 2021
MANIFIESTO:
Tras casi cuarenta años de la “autonomía”, Andalucía se mantiene a la cola de casi todas las comunidades del estado español en su nivel de empleo y condiciones de trabajo, renta por habitante o gasto en Sanidad, Educación y Vivienda pública. Nuestra juventud apenas tiene horizontes y muchos de nuestros jóvenes se ven forzados a emigrar como hicieron sus abuelos y abuelas.
Nuestro territorio es utilizado para actividades extractivas que deterioran de forma grave el medio ambiente mientras el valor añadido se produce lejos de nosotros. La desindustrialización es creciente y la economía gira, cada día más, en torno al turismo, convertido en monocultivo en nuestras ciudades históricas y en la costa. Desde Andalucía Viva apoyamos la lucha de los trabajadores/as que están amenazados con la precarización de sus condiciones de vida y de trabajo con la pérdida de sus empleos. Soportamos la vergüenza de que diez de los quince barrios más pobres del estado español sean barrios nuestros. Nada, o muy poco, se hace para contrarrestar los efectos del cambio climático. Y nuestros mares han sido convertidos, por la cruel política migratoria, en cementerios de esperanzas frustradas. Es cierto que, a lo largo de estos años, ha habido iniciativas positivas, aunque, oscurecidas por estos datos.
Nuestra identidad andaluza, enriquecida con las aportaciones de distintas culturas a través de la historia, se degrada y folkloriza al ser desactivadas sus significaciones profundas y su potencial liberador para ser convertida en mercancía.
A pesar de la gravísima situación, los problemas de Andalucía (sus “dolores” como los llamaba Blas Infante) están invisibles. Y es que Andalucía no existe hoy como sujeto político, a pesar de la profundización en la conciencia nacional que significaron el 4 de Diciembre de 1977 y el 28 de Febrero de 1980. Nuestro Pueblo no se autorreconoce como tal, porque ha sido confundido y manipulado.
Tenemos que reconstruir Andalucía, pero la transformación necesaria de Andalucía no puede venir de la mano de las instituciones económicas y políticas de la globalización. Será obra de la sociedad civil organizada, del propio pueblo, o no será. Nos encontramos ante una encrucijada histórica: debemos decidir si continuar recorriendo el camino por el que nos llevan y al que pretenden reconducirnos o construir un nuevo camino de acuerdo con nuestras necesidades e ilusiones colectivas, de solidaridad y de compromiso. A esa tarea están llamados cuantos andaluces y andaluzas compartamos la necesidad de este cambio de rumbo y la urgencia de tomar el futuro en nuestras manos.
Desde la Plataforma Andalucía Viva, que no pertenece a ninguna sigla partidista, proponemos un Decálogo para orientar la actuación de quienes aspiramos a la construcción de un nuevo futuro para esta tierra. Estos diez ejes son los siguientes:
1.- Exigimos el fortalecimiento de los sectores públicos, en especial de la Sanidad Pública, la Educación Pública, la vivienda y los cuidados a personas y colectivos dependientes y vulnerables. Nos unimos a las peticiones de las distintas mareas: La marea blanca, tan activa en Cádiz, la marea Verde, stop desahucios, plataforma de afectados por la Hipoteca, trabajadoras y trabajadores de la ley de dependencia; madres afectadas por las patologías duales de sus hijos, familias víctimas del consumo de drogas…
2.-Denuncia de las leyes y normas que constituyan violaciones y recortes de los Derechos Humanos o supongan una limitación a las libertades democráticas. Así como mostrar nuestro rechazo permanente a toda forma de clasismo, sexismo, racismo y xenofobia. De igual manera, pedimos medidas efectivas contra la violencia de género.
3.- Exigimos especial atención y apoyo real a quienes sufren situaciones de pobreza y exclusión o forman parte de colectivos vulnerables. Es necesario poner en marcha la Renta Básica Universal e Incondicional para garantizar el derecho básico a la subsistencia.
4.- Debemos conseguir la declaración de Andalucía como territorio libre de armas y de energías nucleares. Rechazamos las bases militares y esa política que pretende convertir a Andalucía en el gendarme del sur de Europa.
5.- Apoyamos las medidas de reactivación de las redes vecinales, deterioradas por tanto individualismo como proclama el sistema. Hay que volver a las calles y plazas de nuestros pueblos, ciudades, y barrios como lugares de encuentro, de vida compartida. Rechazamos los proyectos que deterioran nuestro Patrimonio Cultural, material e inmaterial, mercantilizándolos aún más o convirtiéndolo en parques temáticos sin vida propia.
6.- Creemos que los sistemas públicos de movilidad deben contar con medios no contaminantes, lejos de megaproyectos o grandes infraestructuras y modos de transportes insostenibles ecológica y económicamente. Apoyamos las energías alternativas y su producción a niveles locales y comarcales para hacerlas eficientes; abaratar los costes a los consumidores y avanzar hacia la soberanía energética.
7.-Las políticas y experiencias que fomenten la producción de bienes de uso para cubrir las necesidades del Pueblo Andaluz siendo respetuosas con el medio ambiente y la preservación de nuestros ecosistemas, encontrarán siempre en nosotros todo el apoyo necesario para que logren sus objetivos. Apoyamos el cooperativismo, las formas de trabajo auto gestionadas, el comercio y consumo de proximidad, para avanzar hacia la soberanía alimentaria.
8.- Hay que fomentar nuestra cultura y exigir, que, en los centros de enseñanza, se difunda la historia y la cultura del Pueblo Andaluz. Defendemos, en este contexto, a los medios públicos de información y comunicación independientes de partidos políticos y no sujetos a intereses empresariales.
9.-Creemos en el fomento de los valores democráticos y de mecanismos de efectiva participación ciudadana en los debates y decisiones sobre los asuntos públicos. Apoyamos de manera especial al municipalismo, entendido no solo como actuación dentro de las instituciones sino, sobre todo, como intervención activa de la sociedad civil organizada.
10.- Por último, denunciamos la situación de subordinación política de Andalucía y de las limitaciones e ineficiencias del actual marco autonómico. Exigimos el reconocimiento de Andalucía como Pueblo y, consecuentemente, de su derecho a autogobernarse dotándose de los instrumentos políticos, económicos, sociales y culturales necesarios para avanzar hacia el objetivo de una Andalucía Viva y Libre en la que podamos construir el tipo de sociedad al que aspiramos.
¡¡VIVA ANDALUCÍA VIVA!!
¡¡¡VIVA ANDALUCíA LIBRE!!!